El uso intenso o frecuente (diariamente + semanalmente + fin de semana) de la bicicleta baja entre los usuarios, según los datos del Barómetro de la Bicicleta de la RCxB.
Madrid, 11 de diciembre de 2019
La Red de Ciudades por la Bicicleta (RCxB), la DGT y la FEMP, presentaron ayer en Madrid, el Barómetro de la Bicicleta en España 2019, el mayor estudio a nivel estatal sobre la bicicleta que se realiza cada dos años.
Si bien la propia Red destaca que el uso de la bicicleta creció 2 puntos respecto al 2017 y que crecieron en un 8,6% los desplazamientos cotidianos para ir a estudiar y un 2,2% para ir a trabajar, al analizar los datos presentados en el segmento de los que utilizan frecuentemente la bicicleta (diariamente + semanalmente + fines de semana) se observa una preocupante tendencia a la baja en casi todos los usos frecuentes.
Como puede verse en el primer gráfico que mostramos aquí arriba, baja la utilización frecuente total desde el 33,2% que arrojaba la encuesta en 2015, pasando a un 30,7% en 2017 y perdiendo una décima más hasta un 30,5% en 2019.
Lo que sí se mantiene en un constante 8,2% es el uso en fin de semana, pero cae el uso «al menos una vez por semana» y aunque repunta ligeramente en 2019 respecto a 2017, también el uso diario muestra una tendencia a la baja desde 2015 cuando supuso un 10% y en 2019 ha supuesto un 7,6%.
El uso diario repunta un 0,6% respecto de 2017 movido por una mayor utilización de la bicicleta para ir al centro de estudios (población a partir de 12 años).
Como puede verse arriba, todos los usos menos la utilización de la bicicleta para ir al centro de estudios, bajan respecto de 2017 y de 2015.
El uso a diario o casi de la bicicleta para ir al trabajo cae desde un 12,4% en 2015, entre los usuarios de la bicicleta, a un 10,2% en 2017 y hasta un 8,5% en 2019.
Sin embargo, como decíamos, el uso diario o casi, de la bicicleta para ir al centro de estudios ha subido hasta un 10,2% entre los usuarios de la bici, desde el 6,8% en 2017 o el 9,5% en 2015.
También para otros desplazamientos cotidianos ha ido cayendo el uso diario o casi, desde un 15% en 2015, pasando por un 10,9% en 2017 y hasta un 10,2% en 2019.
Para pasear, otro motivo recurrente del uso frecuente de la bicicleta, ha descendido hasta un 7,5% entre los usuarios diarios o casi de la bicicleta.
Y, por último, pero no por ello menos importante, el uso diario o casi de la bicicleta para hacer deporte cayó en 2017 a un 10,3% respecto del 13% de 2015 y vuelve a caer hasta un 9,1% en 2019.
El uso menos frecuente pero que, al menos se produce una vez a la semana, baja también hasta un 14,8% entre los usuarios.
También podemos ver que el uso ocasional dentro de la semana, si bien en 2017 creció respecto de 2015 pasando de un 15% a un 15,5%, ha caído en 2019 hasta un 14,8%.
Nuevamente, sólo el uso para ir al centro de estudios ha crecido, aunque sólo 2 décimas respecto de 2017 pasando de un 7,2% a un 7,4%.
Para ir al trabajo, los usuarios de la bicicleta la utilizan en un 4,3% al menos una vez a la semana. Para otros desplazamientos un 14%, para pasear un 25,7% y también para hacer deporte, siempre al menos una vez a la semana, ha caído hasta un 27,2% desde un 27,4% en 2017 y un 29,9% en 2015.
¿Qué ocurre con la utilización de la bicicleta para ir a trabajar?
Tomando de referencia, la utilización de la bicicleta a diario, semanalmente o alguna vez al mes, parece que el uso de la bicicleta para ir a trabajar ha subido respecto de 2017 desde un 20,4% hasta un 22,1%.
Sin embargo, no podemos conformarnos con este dato, puesto que para analizar el efecto que la bicicleta tiene en la movilidad sostenible en nuestras ciudades, debemos centrar dicho análisis en el uso habitual de la misma.
En ese sentido, los que utilizan la bicicleta para ir a trabajar diariamente o al menos semanalmente, bajan desde un 16% en 2015, pasando por un 14,6% en 2017 y hasta un 12,8% en 2019.
¿Entonces por que las conclusiones del barómetro hablan de un crecimiento de 2 puntos porcentuales en el uso de la bicicleta o un crecimiento de 2,2 puntos en su uso para ir a trabajar?
El motivo de estas cifras no es otro que el efecto de considerar dentro del análisis los usos menos frecuentes.
Valoración AMBE
Desde AMBE, no nos sorprenden estos datos, que no podemos decir que sean buenos, puesto que la bicicleta es una magnífica opción como medio de transporte activo y sostenible, una excelente opción de ocio y, por supuesto una de las prácticas deportivas más extendidas en nuestro país, pero todos los beneficios de la bicicleta para el ciudadano y para la sociedad en su conjunto son verdaderamente notables cuando se intensifica su uso.
Por este motivo, estos datos vienen a sostener las sensaciones que ya teníamos desde la industria de la bicicleta: es necesario redoblar los esfuerzos entre todos para incrementar el uso de la bicicleta como medio de transporte y, por supuesto, como forma de ocio y forma de hacer deporte, si queremos potenciar sus efectos positivos sobre la movilidad, los hábitos saludables y la salud en nuestro país.